El tenis es un deporte muy exigente

El tenis es uno de los deportes más exigentes físicamente. Piernas, brazos, espalda y muy buena condición física son necesarias para poder rendir al máximo en un partido de tenis, y sobre todo, si hablamos de tenis profesional, donde las exigencias son máximas.

Sin embargo, dentro de esa buena condición física que necesita un tenista, existe un tendón de Aquiles que muchos sufren y les obliga a tener que bajar su rendimiento hasta que se recuperan de la lesión. Hablamos del temido dolor de espalda.

Prevenir las lesiones de espalda

La mejor forma de luchar contra el dolor de espalda para un tenista, es, sin duda, prevenirlo, para así no tener que sufrir tanto, ya que otras lesiones todavía le permiten al jugador de tenis rendir, pero esta lesión lo obliga, en la mayoría de las ocasiones, a no competir. El mejor consejo para no lesionarse de espalda es realizar un calentamiento correcto, de todos los músculos, incluyendo la espalda, y realizar estiramientos tras un partido o un entrenamiento.

Algunos de los consejos más importantes que los tenistas deben acatar para evitar las lesiones de espalda son:

Trabajar los músculos abdominales

Así el cuerpo equilibrará el peso entre espalda y abdominales. Este es uno de los puntos clave y que los fisioterapeutas más aconsejan.

Trabajar la flexibilidad de la espalda

Haciendo ejercicios de elongación durante el entrenamiento, que permitan a los músculos salir de su frialdad de una forma progresiva y aumentar su flexibilidad.

Realizar carrera lenta

Empiece un entrenamiento con una serie de 5 minutos de carrera lenta, con movimientos hacia adelante, hacia atrás y de lado.

Hacer actividades aeróbicas ligeras

Comenzar siempre el entrenamiento tras la carrera con actividades aeróbicas ligeras, para que la espalda entre en calor. Es bueno momento para un golpeo ligero de bola.

Trabajar la flexibilidad en carrera

Realizar movimientos de flexibilidad dinámica, es decir, carrera lenta elevando rodillas hacia el pecho o llevando los tobillos a los glúteos.

Realizar estiramientos controlados

Durante unos 10-15 minutos, trabajar la espalda, la zona abdominal y la cadera con mucho sigilo. Sin forzar fuera de lo necesario para reforzar justo esas zonas.

Calentar el saque

Calentar 5 minutos haciendo ejercicios de saque. Un saque en frío puede ser muy peligroso debido a la virulencia del mismo durante el salto.

Golpear suave

Realizar ejercicios de golpeo de bola en juego como saque, subida a red y volea y regreso a la línea de fondo, siempre de forma suave. Una simulación de la progresión natural. Con unos 15 minutos tiene que bastar.

Estirar tras terminar la sesión

Una de los ejercicios más importantes. Tras el entreno, hay que estirar de nuevo al terminar, pero estirar todos los músculos del cuerpo y, sobre todo, la espalda. Dedicar unos 10 minutos, no menos.

Si sigues estos consejos, lo más seguro es que tu espalda no sufra al jugar al tenis, y evites una lesión de este tipo, tanto cervical, como de disco o lumbar y poder rendir sin que ninguna lesión impida que tu rendimiento baje de nivel.